ARELY ALARCÓN

  • Licenciada en Ciencias de la Comunicación y Técnica Superior en Arteterapia.
  • Apasionada por las artes con un hobby muy especial por el canto y la escritura para vaciar las emociones.
  • Distribuyo mi creatividad en collages con fotografías de la vida cotidiana y frases de canciones.

UN INVIERNO MUY LARGO

¿Hasta dónde puede llevar el anhelo de ser madre?, ¿cuáles son los límites y formas que el amor maternal tiene ante las dinámicas sociales?, ¿qué están dispuestas a aguantar o perdonar las madres por sus hijos o hijas? Estas preguntas resonaban en mi cabeza mientras me adentraba en la historia de Norma, en una Xalapa de los años 60’s.

“Invierno”, es el primer libro de la autora xalapeña Arely Alarcón Valladares, donde nos presenta a una joven Norma que busca la vida que ella pensaba perfecta, planteada en la temporalidad donde habita; que no se nos olvide su contexto. La búsqueda de la familia ideal, el matrimonio perfecto, la vida hogareña sencilla y perfecta que tanto había anhelado se va haciendo realidad poco a poco, a lo largo de las palabras que la autora hila para adentrarnos en la ficción de Norma, una realidad eco del pasado.

La novela corta nos muestra las tradiciones y pensamientos sociales que se vivían en la capital del estado por aquellos años, pero que son común en cualquier rincón de nuestro país, quizá hasta nuestros días. Nos narra de forma tan sencilla, pero con toda la técnica consiente, como Norma se enfrenta a los altibajos de la vida: la pérdida de seres queridos, el amor, la fidelidad, las relaciones humanas con aquellos que no son familiares directos, la maternidad, el crecimiento/envejecimiento humano, la vida y la muerte misma; son algunos de los temas que aborda a lo largo de sus paginas, con imágenes tan bien elaboradas que nos lleva por una lectura tan ágil y placentera.

Claro que Arely no nos iba dejar con un relato tan sencillo, pues todo se complejiza con las decisiones que Norma debe tomar, dándole al relato momentos tan mágicos, surreales y de meditación profunda. “Invierno”, es de esas novelas que una vez que comienzas no sueltas hasta terminar, sin que te des cuenta, quizá, pero qué te adentra sí o sí en el universo de Norma, en el universo de Arely.

“Invierno” será presentado este 30 de junio en punto de las 6 de la tarde en la librería Hyperion, ubicada en Octavio Vejar #59 Ensueño, en la ciudad de Xalapa. Ahí mismo se podrá adquirir el ejemplar, además de tener un breve conversatorio con Arely para conocer más de su primera obra.

José María González

Artista escénico, docente y autor de “Voces de mi Jardín” (2022).

La psicosis que se vive actualmente en Veracruz, México y el mundo se ha vuelto costumbre

Supe que era necesario hablar de esto porque muchas personas también suelen abrumarse con tantos acontecimientos dolorosos que se suscitan en el mundo que habitamos. Es tan impactante entrar a redes sociales y ver tantas noticias que no hablan de una sociedad herida, una naturaleza averiada, ríos y mares abandonados por el agua, mientras los niveles socioeconómicos más destacados continúan abarrotando sus vacíos con ropa, teléfonos, autos y avaricia.

No es un secreto que actualmente estamos viviendo desastres naturales y no tan naturales, los cuales se intensifican por la actividad humana. No hay necesidad de irse tan lejos y es suficiente con voltear a ver el entorno donde crecemos. Al menos en mi estado, Veracruz, hay gran cantidad de incendios forestalesque se han estado incrementando por la temporada de calor y, por si fuera poco, la falta de agua (potable o pluvial) hace que estos incendios no puedan controlarse pronto.

¿A qué nos lleva el dilema anterior? Las montañas se están quemando, y sin los árboles que crecen en esas montañas, la fauna también se va; se empiezan a modificar o eliminar los pequeños ecosistemas que hacen funcionar a los demás, la calidad del aire no es la misma, la desgracia se extiende y llega hasta las localidades, dejando sin hogar a la gente.

Por otro lado, en los últimos días, la ola de violencia ha arrasado hasta en el ámbito político en diferentes puntos de México, en el cuál, varias candidaturas se quedaron sin representante debido a que fueron asesinados durante las campañas electorales. La lucha por el poder se vuelve cada vez más sucia, incluso si hace algunos años ya era algo turbio hablar de política.

¿Qué pasa si miramos más lejos de lo que hay a nuestro alrededor? Las malas noticias no se acaban. Hay genocidios, invasiones y desastres por no coincidir, por ser un mundo diverso, por tener diferencias culturales o políticas. Miles de inocentes han sido asesinados en el oriente, las infancias y las mujeres son descartados de la lista de beneficiados por los derechos humanos. La sangre se derrama. Nadie se mueve y si haces algo, no pasa nada.

¿Qué le hace falta al mundo? ¿Cuáles serán los árboles que darán flores o frutos? ¿Qué construcción de sociedad recibirán las infancias del futuro? ¿A caso es una pesadilla de esas que se repiten noche tras noche en donde hagas lo que hagas no puedes salir hasta que se hace costumbre tener sueños malos?

Una casa con jardín: desde mis ojos

Debido a que me enfrasqué en el mundo de la lectura, quiero desahogar todo lo que me ha causado el libro Una Casa Con Jardín escrito por Itzel Guevara del Ángel; una mujer que durante la menos dos décadas ha estado dirigiendo bibliotecas escolares la ciudad de Xalapa, Veracruz.

¿Queremos más? ¿Necesitamos más? ¿Antes éramos más felices? ¿O no? Son preguntas que se hace una niña, la cual ha decidido dejar de poner atención a su propia vida infantil y escuchar las conversaciones de los adultos, diálogos hirientes y graves para una nena.

La pequeña protagonista de esta historia observa la vida pasar mientras su padre empieza a tomar decisiones por su propia cuenta sin consultar a los demás, ni siquiera a su propia esposa, adquiriendo nuevas propiedades, un nuevo auto, un arma y a otra persona que ocupa el nombre de “amante”. Este es el punto de partida para que se descarrile todo lo que alguna vez fue llamado hogar, todos los recuerdos en donde queda la frase “antes éramos más felices” y desmoronar de manera silenciosa a dos hijos de esta familia, sobre todo a la niña, quien es la hermana mayor y que, por lo tanto, entiende un poco más de la vida.

No hace falta revelar nombres o edades para darse cuenta de que el entorno en el que vive el retrato de esta familia es tan real, humano y cruel al mismo tiempo.  Lo peor de todo es que muchos hogares viven cuestiones similares; infidelidades que desencadenan rupturas de hogares, crisis emocionales, miedo, angustia, baja autoestima, furia y desesperación.

Cuando la familia — el primer círculo social que se tiene— se empieza a fragmentar, las consecuencias emocionales son serias, aunque comúnmente se suelen ignorar y se dice que son cosas que pasan y hay que aprender a vivir con ello. Si lo vemos desde otro ángulo, los divorcios crean traumas, miedos, resentimiento y otros aspectos negativos en la vida de los niños, a pesar de que los primeros afectados son los padres.

En la lectura de esta obra, la pequeña protagonista acepta que tiene miedo, le teme a la noche, a los gritos y a las discusiones entre sus padres. Ella tiene miedo de que el arma que guarda su papá algún día sea tomada y esta vez sí tenga balas. Ella tiene miedo de que su papá se vaya de la casa y si se va, ella tiene miedo de que no quede nada de él en la recámara y si ya no queda nada, se olvidará sin querer hasta del olor de su padre. Ella le teme a la ausencia, al vacío, al dolor. Ella tiene miedo de sentir miedo y que al sentirlo se le salga el corazón por la boca.

La nena teme que un día su papá no vuelva, pero si vuelve, él buscará sus cosas y sabrá que mamá ha tirado todo a la basura; las fotos, los diplomas, la ropa, zapatos y documentos que le recuerdan a él, incluso las latas de chiles que están en la alacena. Ella teme que llegue el domingo y que su papá le diga que no puede pasar tiempo con ella y su hermanito porque está en un viaje de trabajo, o con su amante, aunque nunca lo diga.

¿Cuántas familias están viviendo algo así? Es probable que nadie pueda comprender tanto está situación hasta que la esté experimentando. Es tan triste escuchar insultos pasivos, de esos que se disimulan con otras palabras para disfrazar la violencia. Es tan triste crecer en una familia en la que todo el tiempo hay discusiones y al mismo tiempos es difícil ver cómo es que empiezan a separarse.

Este libro es tan transparente con cada descripción que al final, después de tanto miedo, queda un vacío y la necesidad de querer abrazar a la niña y decirle que todo va a estar bien. Eso es lo que muchas personas desean; que todo esté bien.

Una Casa Con Jardín, como lo dice en su sinopsis, es un retrato familiar tan detallado por una niña que empieza a descubrir el mundo y que tiene sus propias opiniones sobre lo que escucha y observa. Es la descripción de cómo las luces de la infancia se van a apagando cuando no hay tacto para hablar de los temas difíciles.

La obra es el detalle a detalle de cómo hasta los miedos, los prejuicios y la forma de resolver los conflictos o de vivir la tristeza se aprende, formando un carácter que en el futuro tendrá consecuencias si se deja de lado que la terapia psicológica es para “locos”.

Itzel Guevara del Ángel tiene magia en las manos cuando escribe y hace que puedas sumergirte en el personaje, logras escuchar lo que siente, lo que vive y lo que duele. Es la primer obra literaria que conozco de ella y sé que hay más inspiraciones en su mundo creativo.

Lee Una Casa Con Jardín y sabrás que todo tiene su manera de ser y expresar, solo falta aprender el mayor poder de los seres humanos: la comunicación. Ya te darás cuenta de lo que te hablo…

¿A DÓNDE VAN LOS SUEÑOS?

Mientras la vida avanza se toman decisiones estratégicas que supuestamente nos aseguran un futuro estable o al menos, un futuro no tan ajetreado. Planeamos tener un trabajo de por vida que nos ayude al sustento diario del hogar, los gastos médicos y demás, pero ¿Qué pasaría si al menos, por un día de a la semana le dedicaras unos minutos a aquello que soñaste en la infancia?


Cuando pasa el tiempo y nos empezamos a alejar de la niñez, aquellas cosas que deseábamos en ese entonces comienzan a cambiar. A veces obligamos al corazón a aterrizar sus ideas, orillándolo a elegir algo que encaje en la sociedad, hasta en la propia familia.

¿Cuáles son tus sueños? ¿Cuáles son aquellas cosas que tanto anhelas? No dejes de lado tus pasatiempos, no dejes de hacer esas actividades que te dan tranquilidad. Tú puedes ser gerente de un banco, pero también tienes esa oportunidad de cantar al menos en las fiestas, puedes hacer tus propios cuadros y pegarlos en tu pared, puedes enseñar a leer a tus familiares, puedes construir aviones con palitos de madera… Hay tantas cosas que podemos hacer si solo recordamos aquello que queríamos.

Oh, pero qué felicidad cuando nos llegan las noticias que soñamos desde la infancia. Qué hermoso es saber que a alguien le parece increíble el timbre de tu voz o que elogien la forma en la que bailas, o escribes. Es genial cuando explicas algo y es sencillo de comprender.

Al menos desde mi círculo social, muchas personas han deseado vivir el sueño de ser artista, ser creador de una obra maestra. Si hoy le pregunto a esas personas a dónde fueron sus sueños es probable que algunos respondan que esos eran sueños infantiles y en otros casos, puede haber alguien que me diga que ese sueño se hizo realidad.

Cuando yo era una nena soñaba con ser cantante y después de que pasaron los años me hice justamente estas preguntas que planteo aquí y me sentí tan mal de dejar que esa pequeña niña notara que no estaba haciendo nada de lo que le prometí. Actualmente no hay día en que yo no cante y le pongo muchas ganas, aunque no esté, por ahora, grabando un disco. Pero lo hago porque eso me llena y con eso sé que ya gané.

Querido lector, tú nunca dejaste atrás a esa pequeña criatura que deseaba ser astronauta, o pianista, especialista de la salud o deportista (o algo que te gustara) … Nada de eso se ha quedado atrás, y si está muy atrás es porque está en el fondo de tu corazón.

No olvidemos que todavía, en algún rincón de nuestra existencia, hay alguien preguntando en dónde está lo que algún día soñamos. ¿Qué le vas a decir?

LAS IDEAS NO SE DETIENEN

La mente en blanco no tiene ideas o todas las letras están encimadas y son blancas. Despeja la ecuación de lo que quieres contar.

Siempre hay algo que escribir, conversar o cuestionar aun cuando parece que no hay nada más qué decir. No es posible que la mente se quede hablando sola y por esta razón no se externe el sentir. Es parte de liberar.

Pregunta algo a tu interior y dale profundidad. Ahí es donde se descubre que las cosas tienen un sentido. O no. Es como volver a ser una criatura que quiere saber todo. Y eso no es malo, al contrario, incrementa la capacidad de asombro.

¿Qué pasa si no siento nada? Pregúntate ¿por qué? ¿Qué pasa si siento muchas cosas? Clasifica lo que sientes ¿Eso te gusta sentirlo o no? Cuando ordenes lo que sientes entonces tendrás el material suficiente para escribir si algún día te sientes sin ideas.

Yo aún sigo hablando de cómo ha lidiado mi corazón con el dolor de una decepción, a veces hablo de los pocos recuerdos que tengo de mi infancia o de lo inmenso que es el universo ante los problemas de la vida cotidiana.

Hablo de los sueños que tengo y reflexiono las señales que me pueden dar, por ejemplo, soñé una metáfora de mandarinas y su dulzura contra su acidez, comparándolas con una amistad. Eso hasta puede resultar poético.

Las técnicas se consiguen con la práctica, al igual que los músicos no deja de ensayar. El acercamiento a las cosas que se disfrutan es vital para poder sumergirse en un mundo donde una tarea se puede volver un pasatiempo.

Si eres una persona que a menudo está sobre pensando o creando mundos imaginarios o respondiendo de una y mil formas la misma pregunta, seguro que tienes muchas cosas de las que puedes escribir. De ahí nacen buenas historias, buenos libros y largas conversaciones que pronto dejarán de ser incómoda.