AXEL SCHWARZFELD

  • Periodista argentino graduado de la escuela de comunicación ETER y próximo a recibirme de Licenciado en Comunicación Social en la Universidad de Buenos Aires (UBA), con orientación en procesos educativos.
  • Actualmente redacto en el diario Página/12. Anteriormente lo hice en la agencia de noticias ANCCOM.
  • Apasionado por la lucha libre, así como las series y películas de animación.

Un crossover de dos perros cobardes

Scooby-Doo tiene un extenso historial de encuentros con personajes famosos, como Batman, Johnny Bravo, los luchadores de la WWE e incluso los miembros de la reconocida banda de rock KISS, entre otros. Uno de sus últimos cruces fue con otro perro de la familia de Cartoon Network con el que comparte muchas similitudes: Coraje.

Todo comenzó cuando la “banda del misterio” terminaba de resolver un caso. El gran danés marrón empezó a escuchar un sonido extraño que lo ponía sumamente nervioso (que casualmente era la música de tensión perteneciente a la banda sonora de la serie del perro rosa). Entonces, decidió correr kilómetros y kilómetros hacia la fuente del sonido, mientras sus amigos, extrañados, lo seguían de lejos en la Máquina del Misterio.

Finalmente, Scooby llega al pueblo de Ningún Lugar, donde conoce a Coraje. Sin embargo, son atacados repentinamente por decenas de insectos gigantes. Los dos perros cobardes no saben qué hacer, pero justo en ese momento llegan Shaggy, Fred, Daphne y Vilma para salvarlos. Tras lograr mitigar el ataque, la pandilla decide unir fuerzas con el pequeño perro rosa para resolver el misterio del extraño sonido y la invasión de insectos.

La particularidad de esta historia es que el creador de Coraje, John Dilworth, no estuvo involucrado en el proyecto, según un mensaje que él mismo publicó en su cuenta de la red social X, antes conocida como Twitter. A pesar de esto, la directora Cecilia Aranovich y el guionista Michael Ryan realizaron un trabajo fiel y meticuloso para introducir a Scooby-Doo y su pandilla en el universo de Ningún Lugar. Lo hicieron con pequeñas y continuas referencias a todas las cosas y seres extraños con los que Coraje tuvo que lidiar a lo largo de las cinco temporadas que componen la serie.

Otra característica destacada de la película es el doblaje latinoamericano. Ricardo Mendoza y Hernán López volvieron a lucirse al dar vida, después de varios años, a Coraje y a su dueño Justo Bolsa, respectivamente. Este sería uno de los últimos trabajos en los que López demostró su calidad artística antes de fallecer el 19 de diciembre de 2021.

En cuanto a Muriel, hubo un cambio significativo: la reconocida actriz de doblaje Rocío Garcel, conocida por ser la voz de Bulma en Dragon Ball Z, fue quien encarnó al personaje, ya que su primera intérprete, la doblajista Ángeles Bravo, falleció en 2018. Aunque no sea la voz original, Garcel supo capturar el carácter dulce y cálido de la dueña de Coraje.

Ahora bien, en lo que respecta a las voces de la pandilla resuelve misterios, los personajes fueron interpretados por los actores de doblaje de las últimas series y películas que han tenido. Aunque muchos fanáticos piden el regreso de las icónicas voces de hace 20 años, el elenco actual realizó un trabajo prolijo.

Como se mencionó al principio, la película De la nada: Scooby-Doo conoce a Coraje, el perro cobarde no es el primer crossover del perro marrón; sin embargo, tiene un condimento especial: es un viaje nostálgico para los espectadores que crecieron viendo ambas series en la televisión hace dos décadas. Al mismo tiempo, representa un primer acercamiento a estos personajes para las nuevas generaciones de niños.

Cátedra en la Arena México

“Blue Phanter es mi luchador favorito. Para mí es uno de los mejores luchadores técnicos de todos los tiempos. Él hace cosas que están a un nivel completamente diferente a cualquiera en toda la historia de la lucha libre”, expresó el luchador estadounidense Bryan Danielson, en una entrevista con el portal Mediotiempo en 2017. “Me encanta la idea de intercambiar conocimientos, pienso que es genial para todos, no solo en la lucha libre sino por ejemplo en Jiu jitsu, kickboxing o cualquier cosa, y cuando puedes aprender de alguien que es un maestro en lo que hace como Blue Phanter, pienso que es increíble”, agregó.

Después de siete años, lo que era una mera fantasía terminó haciéndose realidad: “The American Dragon” contra el maestro lagunero en la monumental Arena México. Es posible que la lucha haya sido, en algunos momentos, un poco lenta, especialmente teniendo en cuenta la edad de Phanter. Sin embargo, desde el principio nunca se trató de un combate basado en la velocidad o en impresionantes saltos por encima de la tercera cuerda.

El llaveo y el contra-llaveo reinaron en el centro del ring durante los 25 minutos de lucha. La estipulación de la contienda resultó ser idónea para ambos luchadores, ya que la única forma de ganar era por rendición. Por lo tanto, fue un encuentro de resistencia, donde ambos compartieron sus diferentes técnicas para someter al rival.

Fue una exposición incesante de movidas, pero la magia estuvo en el fervor de los aficionados presentes en el evento. Estaban completamente entregados a Danielson: cada uno alzaba sus brazos y dedos índices hacia arriba al grito de “yes yes yes”. Aun así, los aficionados también gritaron en varias ocasiones el nombre de Blue Phanter para demostrarle todo su apoyo y cariño.

El maestro lagunero fue quien recibió más castigo en la contienda. Después de más de 20 minutos de lucha, estaba exhausto, casi derrotado. Sin embargo, de repente logró aplicarle una palanca contra el suelo a Danielson, quien se rindió, emocionando a toda la afición. A pesar de este momento de triunfo, no se llevó la victoria debido a que, mientras el dragón americano golpeaba la lona con su mano, sus piernas estaban fuera del límite de las cuerdas. Blue Phanter no podía creerlo y reclamaba al árbitro, pero Danielson aprovechó el momento para atacarlo por la espalda y tirarlo boca abajo contra el suelo, ejerciendo presión sobre su rostro y llevándose así la victoria.

Blue Phanter, con 45 años de carrera luchística a sus espaldas, no sólo peleó con el azul característico de su máscara, sino también con los colores de la bandera de su país que corrían por sus venas: verde, blanco y rojo. Esta confrontación entre dos naciones, dos culturas y dos estilos de lucha distintos, no solo parecía determinar quién era el mejor, sino que también demostró que, a pesar de la intensidad de la competencia, lo que predominó en esa monumental arena fue el respeto mutuo entre dos grandes exponentes.

“Bryan Danielson la gente sabe reconocer cuando eres un triunfador. Reconozco que esta noche fuiste mejor que yo”, señaló Blue Phanter al terminar la lucha. “Aquí en la Arena México me ganaste; próximamente nos veremos en Estados Unidos”, anunció el veterano mientras el público gritaba de emoción.

Danielson respondió en español: “¿Uno más en Estados Unidos? Sí”. Y añadió: “Eres mi ídolo” y se arrodilló para hacer una reverencia al estilo japonés, cerrando así la velada en la catedral de la lucha libre, donde los verdaderos ganadores fueron los amantes de este deporte-espectáculo.

Tartakovsky hizo de las suyas

La magia y la ciencia son elementos diferentes, pero no por ello opuestos. Ambas pueden combinarse como huevos y harina para elaborar una masa exquisita. Tal es caso de la serie animada Unicorn: Warriors Eternal, que se centra en los “unicorn”, héroes milenarios que reencarnan en cada época importante de la historia de la humanidad para combatir las fuerzas del mal. En esta ocasión, resurgen en una Inglaterra que vive el apogeo de la Revolución Industrial en la segunda mitad del siglo XIX, a través de la posesión del cuerpo de tres jóvenes. Sin embargo, su reencarnación es incompleta, debido a que no recuperan todo su poder y deberán averiguar qué salió mal para poder vencer a sus enemigos.

Fiel a su estilo, su creador Genndy Tartakovsky presenta un dibujo animado que tiene determinados ingredientes que son recurrentes en muchas de sus otras creaciones: la lucha entre el bien y el mal, ciencia/tecnología y diferentes épocas de la humanidad. Por ejemplo, en El laboratorio de Dexter (1996) predomina la ciencia con Dexter, el niño genio; en Samurái Jack (2001), la rivalidad entre el samurái del oriente medieval, Jack, y el malvado Aku, quien lo transporta a una época futurista para continuar su batalla muchos siglos después; en Titan Simbionico (2010), la princesa Ilana, Lance y Octus forman un robot con el que luchan contra los villanos que atacaron su planeta natal; y en Primal (2019), un hombre de las cavernas y una tiranosaurio al borde de la extinción se unen para sobrevivir en su mundo prehistórico.

El diseño de los personajes no solo tiene el trazo de líneas rectas característico de su autor, sino que se mezcla con el estilo de dibujo de personajes como Popeye el marino y Betty Boop, lo que podría considerarse un homenaje a los estudios Fleischer. El guion, que combina magia y ciencia, sirve como plataforma para sumergir al espectador en las problemáticas profundas que enfrenta cada personaje. Este es el caso de Emma, quien experimenta una crisis de identidad después de adquirir los poderes de la heroína unicorn Merlina. En este contexto, la banda sonora juega un papel fundamental al acompañar el drama que vive la joven tras este cambio repentino en su vida. Este elemento hace que el espectador pueda sentir en carne propia y de manera intensa la angustia, la duda, la desesperación y el enojo que Emma experimenta.

Es importante mencionar que esta obra demoró 20 años en salir a la luz verde porque ningún estudio quería apostar al proyecto. De ahí que Tartakovsky le pusiera todo el amor del mundo para callar bocas. El potencial de la serie es tal que tranquilamente puede (y debe) haber una segunda temporada, pero por lo pronto la primera puede disfrutarse a través de la plataforma de Streaming HBO Max.