ESTEFANÍA COURAULT

  • Activista por la educación.
  • Profesora de Educación Inicial y actual estudiante de la Licenciatura en Gestión Educativa.
  • Mis hobbies incluyen aprender cosas nuevas, salir a pasear, hacer yoga, ver series y películas, escuchar música y pasar tiempo con mi gatita.

El College de Infantes

La escuela es una de las formas que la educación ha adoptado y, con ella, coexisten otros mecanismos educativos que actúan sobre los individuos.

El concepto “educación no formal” surge frente a la “crisis mundial de la educación” en la cual la sola expansión del aparato escolar no serviría como recurso a las expectativas sociales de formación y la multiplicidad de objetivos educativos existentes para los cuales la institución escolar resulta particularmente inapropiada.

Desarrolla Núñez, V. (2003), el problema del sistema actual es que sigue priorizando la homogeneización por sobre la apropiación de los conocimientos. Dicho problema, produce una serie de vías muertas como la atención a la diversidad (como en tiempos de aprendizaje) causando, inevitablemente, exclusión. Siguiendo en ello, el sistema escolar actual, continúa poniendo foco en aquellas cuestiones obsoletas.

El College de Infantes se presenta como mecanismo “no formal” a implementar en interacción con la escuela con una serie de ambientes, talleres, aspectos del modelo educativo finlandés y método Montessori como abanico de posibilidades al servicio de la garantía de una educación integral en vista del/la niño/a como sujeto de derecho cuya articulación resulte realmente beneficiosa en su vida cotidiana y significativa en su futuro de adulto/a.

Un poco sobre el modelo educativo finlandés

No es una novedad que la educación en Finlandia es un modelo educativo a nivel mundial debido a su innovación pedagógica y los buenos resultados que obtienen de ella en sus estudiantes (guía infantil, 2016). Previo a los 7 años de edad, el/la infante aprende jugando ya que, como Froebel, F. desarrolló, el juego es la forma típica de vivir en la infancia siendo una imposición biológica para descubrir cómo funcionan las cosas. A partir de ello, los/as docentes permanecen atentos a los contenidos presentes en la cotidianidad lúdica como es, en el caso de trepar un árbol, conocer acerca de insectos.

Así, la educación se basa en las necesidades de cada niño/a respetando su ritmo de aprendizaje y otorgándole poder de elección permitiéndole la oportunidad de ser protagonista en la búsqueda del “quién ser” desde la infancia. Se le concede espacio al desarrollo artístico, creativo y de sus aptitudes individuales ya que se considera naturalmente relevante la experimentación y curiosidad inherente en su esencia. Tanto como el descanso, el cual, es necesario para un buen aprendizaje. Es por ello, que sus jornadas se imparten en el marco de 3 a 4 horas (con almuerzo incluido).

El College de Infantes

El College de Infantes (de 2 a 5 años), atiende a los niños y niñas de, como diferenció Piaget, la etapa preoperacional (de 2 a 7 años en su conjunto) ya que hablamos de un período en el que el/la niño/a desarrolla gradualmente el lenguaje y pensamiento simbólico lo que lo transforma en el estadio propicio para comenzar a educarlo/a según su esencia de totalidad integrada lo requiere. El programa es sufragado por sus beneficiarios a partir de una cuota mensual económica de modo que la propuesta resulta accesible al mayor número de niños y niñas posible. La supervisión del medio, proviene directamente de la institución. Ahora bien, ¿por qué College? Porque es un establecimiento destinado a la enseñanza superior de los y las infantes que les permite formar parte de aquellos espacios y talleres que despiertan en él/ella particular atención, fortaleciendo así, su autonomía al contar con la oportunidad de elegir libremente el espacio del que formar parte respetando, de este modo, su necesidad innata de explorar y conocer el ambiente en su complejidad. Mediante dicha posibilidad, el/la infante se halla a sí mismo/a, de condición voluntaria, en un recorte preparado del mismo del cual está naturalmente interesado/a por lo que, los contenidos allí presentes a través del juego y la vida cotidiana, son inexorablemente significativos y útiles para él/ella.

El College como articulación social

Cada uno de los ambientes cuenta con dos docentes y uno/a de ellos/as habla en inglés ya que es de los idiomas más utilizados en el mundo siendo una llave para su futuro porque, como bien desarrolla Núñez, V. (2003), es importante subrayar la tarea educadora como la búsqueda y apertura de lugares de valor social que posibiliten múltiples articulaciones sociales de los sujetos. Lo que no puede gestarse y sostenerse en el interior de un único dispositivo pues lleva al cierre de vínculos exteriores. Y el lenguaje se construye en interacción con las personas del entorno del/la niño/a.

Las normas de convivencia y modales en la mesa también forman parte del College. Entre las primeras, puedo nombrar: saludar al llegar; ayudar cuando un/a compañero/a o docente lo necesita; incorporar gradualmente el “por favor”, “gracias” y “disculpas”; no gritar al hablar para que el ambiente permanezca armonioso y sea posible la concentración; no correr en los ambientes donde podamos lastimarnos o a alguien más; despedirse al irse.

Entre los modales en la mesa (además del hábito de higiene personal de lavarse bien las manos antes de comer): sentarse derecho/a, con los pies hacia adelante y sin jugar con la silla para no caerse de ella; no apoyar los codos en la mesa; incorporar gradualmente el uso correcto de los cubiertos y no jugar con ellos ni la comida; masticar despacio y con la boca cerrada; no hablar con la boca llena.

Acerca de sus espacios

Los ambientes, están adaptados en tamaño al/la infante, con el fin de poder valerse por sí mismo/a (a menos que sea necesaria la intervención del/la adulto/a), y organizados de modo que los niños y niñas de 2 años convivan con los de 3 y, los de 4, con los de 5 ya que, tal y como María Montessori logró descubrir, los más grandes ayudan a los pequeños, los cuales a su vez retroalimentan a los niños mayores con conceptos ya olvidados (Montessori School, 2020). El primer piso, es para el grupo de 2 y 3 años, el patio, la Dirección, cocina general y, también, se encuentra un baño para adultos/as. El segundo, para el de 4 y 5. Allí también, se halla un baño para adultos/as.

Ambos pisos, están conectados por una escalera con baranda y reja de seguridad en ambos extremos las cuales permanecen aseguradas con traba. Y distribuidos en:

  • entrada: con casilleros de madera para las mochilas;
  • comedor: cuenta con un menú de recetas saludables que son realizadas con ayuda de los/as docentes. El/la niño/a, se encuentra allí, con alimentos saludables como frutas con los cuales puede alimentarse siempre que lo necesita. Transformándose en protagonista de su propia alimentación y nutrición;
  • biblioteca: se hallan cuentos variados para el disfrute, siendo el mismo su principal objetivo, libros, enciclopedias y juegos de mesa atendiendo los diferentes intereses y necesidades como, a través de los juegos de mesa, la socialización. También, se halla una alfombra (para quienes la prefieren) y música instrumental con intención de aportar comodidad y armonía en este espacio de lectura y concentración;
  • sala de recreación: cuenta con materiales artísticos como témperas, acuarelas, pinceles, hojas, lápices, plastilinas, entre otros, para la realización de producciones plástico-visuales; disfraces, instrumentos musicales, materiales para el Taller de Iniciación a la Costura. Todo ello, con la intención de favorecer la creatividad y expresión.
  • baño: con dos inodoros y lavamanos;

El patio, en el primer piso, delimitado por una cerca para el uso individual de cada grupo, otorga la oportunidad del contacto con la naturaleza aportando energía o relajación mediante el riego de plantas, la meditación, entre otras actividades. Cuenta con proyectos como Yoga, Taller de Huerta. Por lo que, el/la niño/a, se encuentra con mats de Yoga, macetas, regaderas, palas, rastrillos de jardinería.

Se hallan mesas y sillas tanto en los comedores como bibliotecas y salas de recreación.

En conclusión, como desarrolla Núñez, V. (2003), la escuela no es suficiente para dar cauce a las múltiples demandas emergentes. Es por ello, que el College de Infantes se presenta como instrumento que da respuesta a aquellas que son naturales en los y las infantes siendo, a su vez, desveladora de múltiples vínculos exteriores y del propio sujeto. Lo que lo transforma en un nuevo recurso de responsabilidad educativa.