JOSÉ GABRIEL ZAWADZKI BALCÁZAR

  • José Gabriel Zawadzki Balcázar. 
  • Me bautizaron así en Chietla, Puebla, un lugar donde era feliz cada fin de semana comiendo todas las variedades de salsitas y calditos, y lanzando piedras en tierra tan fértil que germinaban frutas. 
  • He trabajado en el gobierno un par de veces.
  • Estudiante, formalmente hablando, de Derecho y Ciencia Política, lo que sea que eso significa. 
  • Estudiante, materialmente, por ética-social, aunque que sea satisfactorio eso es solo una feliz coincidencia. 
  • En el día a día, tramito cosas ante el Estado (con mayúscula porque se la quitamos a dios), demando, me demandan, leo, escucho música, no siempre soy tan feliz, cobro, gasto y así.

LA META-CONVERSACIÓN DE NUESTRA PROFESIÓN

No hay que ser víctima, ni haber nacido en el lado de la injusticia para poder ser parte de la solución y la lucha, y mucho menos para no verlo.

¿Qué es ser abogado? De manera continua reflexiono respecto a este pregunta, porque mi decisión profesional en buena medida fue un azar mezclado con una necesidad de afecto muy interiorizada. Quizá, que haya elegido este camino de esa manera me permite ser un libero en ella, me permite no ser parte de la formula tradicional, replegarme un poco más de lo normal y poder observar con detenimiento todas las construcciones alrededor de mi profesión. La meta-conversación radica en ello, en platicar y pensar sobre la abogacía y el derecho en sí mismo y poder experimentar en carne viva lo que sí es, dejando atrás cualquier otro mito de lo que se dice que es, de la apariencia. Y, créanme cuando les digo, que en mi corto andar ya pude desarticular bastantes.

Ojalá estas palabras que vierto alguna vez sean leídas, me gustaría que en lugar de monologo fuera una conversación, pero, en fin, tan solo un paréntesis…regresamos al punto.

La justicia es una parte fundamental en el derecho, no es mera propaganda o un ideal vació, sin embargo, en la práctica de 2000 años de juristas, no se ha perseguido eso ni mucho menos se ha logrado la típica definición de la regulación de conductas, sino se ha convertido en la recopilación compleja y sistemática de mil y un maneras de resolver las mil y un formas de como no nos sabemos relacionar. Se han creado cantidades infinitas de mecanismos e instituciones y figuras para poder determinar cómo se puede solucionar cualquier posible problema o por lo menos, si el problema no se ha dado aun, cual va a ser la matriz que servirá para poder llegar a la conclusión deseada. Pero en aquello ni se regulan conductas, ni mucho menos se persiguen ideales. Entonces, nos enfrentamos a diversos usuarios jurídicos que hacen todo lo posible por comprender semejante maraña de ideas y cada vez se encuentran metodologías más sofisticadas pero muy engorrosas que aletargan cualquier procedimiento.

Es ahí donde el principal mito del abogado debe caer, porque aquel que representa a un cliente desde el capricho y el deseo inverosímil de aquel, está muy lejos de ser abogado, es en realidad: un alcahuete. El abogado no es herramienta del poderoso sino de la justicia y su foro no necesariamente es el tribunal sino cualquier espacio habilitador de herramientas para cualquiera sin posibilidad de ejercer un derecho.

El abogado hoy en día, se tiene que reinventar y comprender desde que lugares va a poder contribuir, semejantes sistemas de algo han de servir para la persecución de los ideales fundamentales del derecho y desde que lugar va a ayudar a resolver los verdaderos problemas. Debe de ser crítico y objetivo para analizar con precisión los foros ya existentes y saber cuando y cual accionar. Trincheras hay muchas, pero pocas eficientes; les doy mi palabra, mi palabra terca, el tribunal no es una. La profilaxis y la cultura sí.  

DOCENCIA, ENTRE HIEL Y MIEL

“La cuestión que se presenta es la de no permitir

que nos paralice o nos persuada de desistir fácilmente,

de enfrentar la situación desafiante sin lucha y sin esfuerzo”

– Paulo Freire

No hay profesión que con mayor facilidad te ponga en el abismo de la neurosis que la docencia. Cada clase es una bala puesta en la sien, lista para desencadenar la peor de las frustraciones ante un panorama que muchas veces es desolador: alumnos apáticos, distraídos, cansados, deprimidos, y un sinfín de etcéteras. La verdad, no es culpa de nadie, desgraciadamente el estudio entra en todo aquello calificado de obligatorio y ese estigma antilibertario no permite que se interiorice como un valor. Ser estudiante de primaria, secundaria, preparatoria y universidad, y maestría, y doctorado, y postdoctorado, es un must que duele y en ese dolor el que la paga es el docente. Entonces, solo nos queda continuar y comprender y hacerse dueño de una verdad:  dar clases es de valientes y necesario.

El fruto de la docencia no recae en el alumno exitoso porque es una situación completamente fuera de nuestro control. Nosotros no podemos conocer como es el microuniverso que transita el alumno y mucho menos entramos a este, entonces, tener claro que el fruto de la docencia no es trascender sino mantener la voluntad para no dejarlo de hacer. Es un concepto brújula habilitador de esperanzas, el repetirlo una y otra vez con una predisposición del alma hacia un excelente trabajo es la mejor manera para lograr daño colateral. Este ultimo sí consiste en lograr que el alumno interiorice algo o que suceda algo con él, pero… definitivamente, no es el fin en sí mismo de la docencia, incluso pensarlo así sería hasta violento.

Pero, bueno, lo anterior lo describo para mi mismo, porque tengo claro la importancia de aquel quehacer milenario y, en este mundo donde uno necesita la motivación de algo para hacer cualquier cosa y si aquella motivación no existe el individuo se paraliza y así sucesivamente, apelo más bien, al valor de simplemente hacerlo, por la simple y sencilla razón de que es importante.

También, para lograr sostener la voluntad no hay que perder de vista que la docencia es un acto de amor, un acto de compartir. Un ayudar para descubrir, y por descubrir, pienso en una metáfora donde, literalmente, el conocimiento se encuentra cubierto por un manto enorme el cual solo se puede ir quitando de la mano del estudiante y del catedrático para poder encontrar los mil y un saberes que nos ayudan a una vida más fácil y a una vida más feliz. Además, ya lo decía Nietzche, ama al prójimo, pero también al lejano; dentro del aula siempre te encontrarás al otro, al diferente a ti, y su inclusión en tu mundo, como docente, es crítico para su desarrollo.

Gabriel Canciones que no sabías que eran de Revolución “What’s Up – 4 Non Blondes”

Bastó encontrarme con un reel para poder ponerle atención a la profundidad de una canción. Estaba la vocalista de 4 Non Blondes, Linda Perry, cantando acústicamente su icónica canción: What’s Up?” en un podcast; en el video se encontraba la canción subtitulada y jamás me hubiera imaginado que aquella rola tan íntimamente vinculada con He-Man, pudiera tocar temas tan sensibles tanto a Aurora, a quien le enseñaba el video, como a mí, tanto que se nos encharcaron los ojos de lágrimas.

La trascendencia de la canción radica en su realidad, la letra dice:

“25 years and my life is still

Trying to get up that great

Big hill of hope

For a destination

I realized quickly when I knew y should

That the world was made up of this brotherhood of man

For whatever that means

(…)

“25 años  y mi vida sigue siendo la misma

Tratando de subir

Esta gran montaña de esperanza

Buscando un destinto

Rápidamente me di cuenta cuando supe que

El mundo estaba construido por esta hermandad de hombre

O lo que sea que eso signifique

(…)

Cualquier mujer que intenta avanzar en su vida contra mil obstáculos, desgraciadamente, temprano que tarde, se da cuenta de la existencia del patriarcado y las dificultades que implicará en su vida diaria. Aurora acaba de cumplir 25, ella se dio cuenta a los 16, si no es que antes, y de verdad, esta rola es una que no solo escucho, sino que veo todos los días, incluso, desgraciadamente, en ocasiones formo parte de aquel world made up of this brotherhood of man”.

Después la canción sigue:

“ and so i cry sometimes

When i’m lying in bed just

To get it all out

What’s in my head

And I, I am feeling a little

Pecuiliar

(…)

y de vez en cuando, lloro

Cuando estoy acostada en la cama

Tratando de sacar

Todo lo que traigo en la cabeza

Y yo, yo me siento

Un poco rara

(…)”

Y, efectivamente, me ha tocado ver, como regresa del mundo, frustrada y cansada, odiando porque seguramente el patriarcado se hizo presente en algún espacio de su vida, la ruta, la administración pública, algún familiar, algún amigo y solo le queda recostarte y desahogarse.  Al otro día, porque no se rinde nunca, tal cual como la canción continua:

and so i wake in the morning and I step outside

And I take a deep breath

And I get real high

And I scream from the top of my lungs

WHAT’S GOING ON?”

“y entonces me despierto por la mañana

Y voy afuera

Y respiro profundamente

Y me quedo colocada

Y grito a todo pulmón

¿qué está pasando?”

En la flaca, no es un what’s going on?, pero si es un “puta madre” o un “me lleva la chingada” o una carga mental de las cuales la estructura todavía le arroja. Basta cruzar la puerta para poder volver a sentir la frustración del día anterior y así en un ciclo que nunca acaba.

Finalmente, puedo verlo en su cara, la desesperación de avanzar contra viento y marea haciendo algo que cualquier varón desenvuelve sin mayor problema, quitado de la pena y gracias la estructura institucionalizada. La injusticia hecha sistema.

and i pray, oh, my God, do I pray

I pray every single day

For a revolution”

“ y rezo, por Dios, cómo rezó

Rezo cada día

Para que suceda una revolución”

De pronto, ella, todos los días tiene que ser una revolución, junto con millones más. Explicando, batallando y lidiando contra estos sin sentidos institucionalizados que en el mejor de los casos solo hacen la vida difícil, pero, tristemente, en muchos otros más terminan en la muerte por culpa de aquel “made up brotherhood of man”.

Esto te lo escribo, mi vida, porque me avergüenzo de todas esas veces en las que yo he sido una piedra en tu zapato y asumiendo la responsabilidad de lo que me corresponde. Ha sido un largo caminar, y yo también rezo porque aquella revolución llegue lo más pronto posible y que la logres transitar ilesa.

Compartir la vida contigo, es mi más grande orgullo y el mayor aprendizaje.

Te amo y te pido una disculpa. 

LA SOSPECHA EN LA TOMA DE DECISIONES

Hay que asumir en esta vida una premisa crítica para poder vivir mejor, pocas cosas están en nuestro control. Pero ¿qué sí está en nuestro control? Lo reduciría a la posibilidad de analizar circunstancias para poder tomar decisiones.

Un recuerdo de hace 10 años me viene a la mente cuando estaba cursando la materia de Constitucional Mexicano, y me acuerdo que había un grupo de alumnos muy indignados porque el maestro no les resultaba satisfactorio en relación con la manera en la que daba la clase. Particularmente, el problema recaía en el contenido de la materia, ya que, el profesor estaba muy clavado analizando las distintas constituciones políticas mexicanas, revisaba los distintos sistemas orgánicos que cada una de ellas imponía o, en su defecto, hacía grandes paréntesis sobre los procesos históricos que sucedían en paralelo a la gestación del documento constitutivo. Amargamente se quejaban, y muy seguros de ellos mismos decían “es que no estamos revisando los artículos de la constitución” y cosas por el estilo. Recuerdo que les pregunté si en algún momento habían revisado el plan de la materia, a lo que respondieron que no.

También, no hace mucho, platicaba con un amigo y me comentaba sobre el proceso de titulación elegido para terminar su carrera y me parecía extraño que hubiera decidido hacer tesis porque, pues, todo el mundo tiene mucha prisa para titularse y la tesis es un camino largo y tedioso, sin perder de vista la falta de formación en la universidad para poder lograr semejante hazaña. Su decisión la tomo basado en su pretensión de realizar una maestría inmediatamente al terminar, alegando que es un requisito importante para poder ingresar a la maestría, información obtenida de algún tercero, él cual le informé semejante contenido. Le comenté que, si bien es cierto, había algunas universidades que pedían ese requisito, no era un requisito común ni universal de ingreso en diversos procedimientos de admisión para la maestría y, sinceramente, no se si eso le haya hecho cambiar de parecer, pero, yo si lo hubiera hecho.

Los dos ejemplos suponen un problema crítico en la toma de decisiones, consistente en no acercarse a la cosa deseada o pretendida para poder relacionarse mejor con la misma. En el primer ejemplo, había una expectativa de contenido partiendo de la interpretación literal de la denominación de la matera, es decir, “Derecho Constitucional Mexicano” me suena a una clase consistente en el artículo constituyente del documento político, situación que esta parcialmente alejada de la realidad. En el segundo ejemplo, implica, con mucha más trascendencia, la toma de una decisión que no solo determina una circunstancia inmediata, sino, un periodo bastante amplio de tiempo, afectando varios aspectos de la vida de la persona derivado de lo que alguien más comentó.

En lo anterior, considero crucial, la sospecha, porque si nosotros asumimos que la información es como creemos que es, ya sea por una interpretación superficial o por la confianza depositada en un tercero, o por un reel de Instagram o una publicación en redes sociales sobre temas complejos, podemos caer en una vida de toma de decisiones basadas en diferentes tipos de falacias, situación que supone ya, un problema en sí mismo. La sospecha, juega un papel crítico para poder discernir entre la realidad dada y un sentimiento de algo que no esta del todo correcto. Si el catedrático lleva semanas hablando sobre temas extraños o disonantes con mi suposiciones, pienso, es primordial cruzarle la duda y recurrir al origen para poder entender de qué se trata la temática en cuestión; o, en su defecto, si voy a tomar una decisión cuya dimensión supone más de un problema, necesito verificar la información para tener la tranquilidad de estar tomando la decisión correcta. La sospecha se debe convertir en una situación interiorizada y colocada en el instinto, como un reflejo para decidir, porque, de no ser así, terminamos en una dinámica de decisiones tomadas por otros y con información superficial o insuficiente. Nos puede poner en escenarios adversos y contrarios a nuestras verdaderas pretensiones.

La sospecha es el espíritu del pensamiento crítico, si lo interiorizamos, estoy seguro podemos encontraron en vidas mucho más satisfactorias y objetivas, sin ninguna clase de suposiciones o asunciones problemáticas.

Lo que les quiero decir en pocas palabras es que no le digan, que no le cuenten… verifiquen la información.

Soberano

Si bien es cierto la semana santa es sobre Cristo y no sobre los personajes del Antiguo Testamento, no puedo evitar tener la necesidad de pensar en el Éxodo durante cualquier momento que evoque algo de catolicismo, este fin de semana, obvio, no es la excepción. Puedo apostar que la mayoría de mi generación (1990-1995) tuvo su primer acercamiento con este pasaje bíblico, a través de la perla de Dreamworks, el Príncipe de Egipto. De tal suerte que Moisés se nos presentó a través de una de las mejores animaciones creadas desde que el ser humano anima e ilustra.

Posteriormente, en un momento obsesivo que tuve analizando el derecho judío me aventé la lectura del Pentateuco. Para quien no lo sepa, son los primeros 5 libros del Antiguo Testamento: Génesis, Éxodo, Levíticos, Números y Deuteronomio. Durante la lectura del Éxodo, no pude evitar notar la presencia de este gran personaje que evoca ambivalencias muy marcadas, provocadas por ser un homicida y al mismo tiempo un liberador. Necesariamente tuve que ver la película nuevamente. En esta revisita, además de que recordé la increíble música que tiene, no pude evitar notar las diversas dimensiones que esta interpretación del pasaje bíblico tiene. Lo último es la razón por la cual quiero escribir, o más bien he querido escribir este pedazo de texto, porque nuevamente durante pandemia salió el soundtrack, ahora, del Príncipe de Egipto montado en Broadway como un musical. Mis canciones favoritas siempre fueron Libéranos, Si tienes Fe, Mirada Celestial y la que más eco causo desde mi infancia fue Todo lo que quise. En elsoundtrack de Broadway “all i ever wanted”.

Mientras uno se desarrolla y crece, es inevitable ver nuevos significados en las cosas, por eso, creo que es muy importante regresar a las cosas, principalmente a la cultura, ya sea un poema, una canción, un libro, siempre es bueno regresar. Esta canción no fue la excepción, cuando volví a ella no pude evitar notar una riqueza ideológica es su sentido más puro.

La canción se da en un contexto de inflexión, Moisés se da cuenta que en sentido estricto no es el Principe de Egipto, y se reincorpora a su hogar bajo la necesidad de cuestionar lo que le rodea. Al principio reconoce lo que es: la grandeza del imperio, la nobleza del linaje, la tradición, la conquista y la riqueza. Elementos que estaban dados en su normalidad, incluso dice “esto es todo lo quise”. Sin embargo, el poder de la duda cruzada, precisamente, en esa normalidad que se sostiene sobre lo definitivo, le hizo ver que algo no estaba bien. Por lo que procede a tener uno de los cuestionamientos y confrontamientos más duros que cualquier humano puede tener, 3 para ser preciso, es más, y cuyo origen del cuestionamiento es la sospecha. Se confronta a si mismo, al poder y a la religión, para después salir victorioso.

El confrontamiento y cuestionamiento del poder, es dentro de la conversación que tiene con su supuesto padre, el mismismo faraón, al poner en tela de juicio el asesinato a los niños primogénitos judíos. Y el poder le responde:

“Sometimes one must do things

Make a bitter choice that scars your soul

This I never wanted

Pharaohs make decisions

I must keep our kingdom safe and whole

Not just what I wanted”

De tal suerte, que básicamente le responde uno tiene que hacer lo que tiene que hacer para sostener el poder y en el acto, el que lo ejerce se disuelve, se vuelve un mero aparato de los objetivos y fines del estado, carente de alma y decisión propia. Esa es la exacerbación del ejercicio del poder, o bien, el poder en sí mismo.

Después tiene una conversación con su madre, representante de la religión en el ámbito egipcio, quien le trata de brindar esa tranquilidad que solo la aceptación al dogma mandando por los dioses permite, y le menciona:

“Now you know the truth, love

Now forget, and be content

When the gods send you a blessing

You don’t ask why it was sent!”

En esencia, un quédate tranquilo, los dioses te trajeron a mí, acéptalo y sigue tu camino aceptando el rol que la misma vida te impuso. La religión, de pronto, invita a eso, si te tocó sufrir acéptalo con gracia y ese tipo de cosas a las que, en ocasiones, invita. Hasta ahora, Moisés, se ha tenido que dar cuenta que su normalidad era a costa del ejercicio mas violento del poder y era acompañado de una invitación a la aceptación de quien él no es. Cuando estos dos pilares, y entendiendo pilares como algo que sostiene algo más, no como algo positivo necesariamente, se te presentan de una forma tan abrupta, lo abrumador invita a aceptarlo y continuar ese camino, pero al final, nuestro querido personaje, a mi gusto, representante de la ética, del discurrir bien, decide confrontarlo y mostrarle la espalda en la muestra más pura de libertad, entendiendo las consecuencias de la aceptación y las incomodidades implicadas en el no ceder. Y por eso, apasionadamente, al final de la canción grita:

“I am still a sovereign prince of Egypt

A drop in the eternal stream that glows

From the golden calf 

Now I know it’s all I ever wanted

All I ever wanted

All I’ll ever want”

“Sigo siendo el soberano príncipe de Egipto”, pero no del Egipto geográfica y demográficamente determinado, sino el soberano príncipe de sí mismo, quien en sus interiores guarda lo más preciado de la humanidad, la libertad, y en su ejercicio, es decir, la solidaridad, hace el llamado a liberar al resto de judíos, quienes también son Egipto, es decir, la humanidad.

Quiero concluir diciendo, la lucha de Moisés, es la lucha de todos y cada uno, adentro de nuestro ser tiene una lucha constante entre la Religión, el Poder (lo político) y la ética (el bien discurrir) y el producto de esa lucha es la omisión o la decisión. Quizá perdamos la batalla algunas veces, otras quizá hay un balance, pero lo importante al fin del día, es hacerse responsable del resultado, así como Moisés, posterior a un homicidio sufrió el castigo del desierto, y en su ejercicio más libertario cortó relaciones con quien lo había criado.

“Vi Veri Universum Vivus Vici” “Por el poder de la verdad, yo, estando vivo, he conquistado el mundo”

DEPREDADORES

La movilidad social en cualquier país en desarrollo, por muchas razones, es casi imposible. Pero primero, qué quiero decir con movilidad social, bueno, muy sencillo, pasar de una clase socioeconómica baja a la inmediata superior o incluso más arriba. Es decir, salir de la pobreza y convertirte en clase media o incluso clase alta. A veces lo veo como si fuera un juego de Mario Bros, siendo el guardián del capital y la riqueza el mismismo Bowser y en el camino a esa magnifica fuente se encuentran todos sus monigotes protegiendo, en su respectivo nivel, el resto de los tesoros.

¿Qué herramientas existen, entre comillas, “al alcance de todos”? siendo un poco atrevido, en mi primer nivel, la educación pública básica, secundaria y bachiller, partiendo de la premisa de una educación impartida con la mejor calidad posible. Ahora, insisto, son algunas herramientas, relativamente al alcance, porque además hay otros elementos que nada tienen que ver con la mera actividad de conseguir dinero, sino aspectos incluso idiosincráticos que confrontarlos se siente como tirar de un barco completo solo y sin viento a favor. Pero bueno, concédanme la licencia y digamos que esas herramientas bastan.

De tal suerte que habrá un grupo de personas logrando usar estas implicando sortear la promesa de una vida diferente.  Dentro de ellos hay un grupo en particular del que quiero hablar que son los profesionistas, bajo ninguna circunstancia estoy diciendo que no haya mas grupos sociales que puedan tener movilidad social, hablo de este grupo, partiendo un poco de mi experiencia. Abrirse camino en el mundo profesional es sortear una gran cantidad de retos, ojalá conseguir el título profesional fuera el más sencillo o que trabajar todos los días como burro fuera suficiente, sin embargo, haciendo todo lo anterior es cuando te empiezan a enfrentar a los final bosses o los verdaderos malos del juego. Lo peor de todo es que el juego trae plot twist y cuando menos te lo imaginas te das cuenta de que el enemigo es en casa, y el enemigo tiene la cara de una persona que te invitó a trabajar para él o para ella con mil y un promesas de progreso y en realidad solo era una persona más, dispuesta a explotarte y desde la confianza que le brindas abusar emocionalmente de ti. En mi camino profesional como abogado he tenido que sortear a más de los que me da orgullo reconocer, porque en mi deseo de salir adelante y hacer las cosas bien, creí en la siguiente mano que se me extendió y al final del día el costo siempre es mucho más alto que el beneficio. Se sentía como comprar una caja de iphone que adentro traía un teléfono chino de esas apps que te regalan cosas solo por descargarlas.

La redacción de esta columna no solo es catarsis, sino es visibilizar que en el camino hay que poner mucha atención en los pasos que damos, sospechar un poco más. Creo que hacer las preguntas correctas es importante ¿por qué esta persona es tan buena conmigo?, si se supone que es algo difícil ¿por qué me lo venden como algo tan sencillo? Pero… bueno, sin ganas de contradecirme en el ímpetu de salir adelante, definitivamente no se escarmienta en cabeza ajena por lo que mi mensaje puntual es allá afuera hay depredadores, esperando a que emprendedores como tu o primera generación de profesionistas – cuya necesidad es clara- caigan en su plato para devorarte. Entonces solo te diría mantente alerta, toma todas las oportunidades que se te presenten y cuando este en entredicho tu integridad psicológica, moral y, esperemos que nunca, física, por favor, continúa a lo siguiente. La movilidad social es un juego verdaderamente peligroso e implica verdaderos riesgos. Lo anterior por una sencilla razón: los depredadores sí existen.

Gabriel Zawadzki Balcázar

“Vi Veri Universum Vivus Vici”

“Por el poder de la verdad, yo, estando vivo, he conquistado el muindo”

GOLPES DE REALIDAD QUE TE DAS TU MISMO

La vida en el mundo del derecho no ha sido nada sencillo, desde el ingreso a la facultad como las primeras pasantías, y cualquier primera vez (en el derecho hay un chingo de primeras veces porque es tan rica la profesión que la curva de aprendizaje pareciera nunca acabarse) que se presenta, son circunstancias que te ponen en estados de incertidumbre que tumban hasta al más valiente. Pienso mucho en mi primer semestre y como al igual que yo, muchos de los que llegan a la Facultad de Derecho de la Universidad Pública de su entidad, lo hacen porque sufrieron alguna injusticia; algunos no lograron cobrar una sentencia laboral, otros sufrieron el injusto encarcelamiento de su padre bajo circunstancias evidentemente de venganza o de chivos expiatorios o cosas peores. Todas y todos aquellos que se decantaron por esta extraña profesión bajo esta tenor, se llevaron la gran desilusión con los maestros de sus primeras clases que según ellos de manera muy orgullosa, pero en realidad de manera muy pendeja e irresponsable, nos dijeron que en esta carrera se trataba de dinero y no de sacar inocentes de la cárcel.

Estas particulares circunstancias son el primer choque de expectativa vs realidad que la profesión ofrece, y les aseguro hay muchas más. Todos estos momentos te tiran a la lona y te dejan en una aguda crisis existencial, y en el camino muchos caen en una praxis alejada de la ética o simplemente nunca logran ejercer la profesión con plenitud.

En mi particular caso ha sido una relación de amor y odio, porque mientras más estudio las posibilidades para entender caminos que brindan soluciones me da cierta sensación de plenitud, al mismo tiempo lidiar con la ineficiencia de la burocracia, la necedad de los clientes y mis propias expectativas, me hacen cuestionarme seriamente si es el camino correcto para mí.

Y bueno, llegamos al día de hoy… mientras voy rumbo a una entrevista con un posible nuevo cliente, mi conductor de Uber detecta que estoy involucrado con el derecho y empieza a consultarme, cosa que disfruto mucho porque quizá puedo ayudar. Al final de la conversación me pide disculpa por haberme consultado y al mismo tiempo me dice que le da mucha pena haberlo hecho y sin pensarlo dos veces, de corazón le respondí: “me debería de dar pena a mí, no ponerme más al servicio de la gente que verdaderamente lo necesita, porque esta profesión debería tratase de ello”.

Les voy a ser muy franco, me bajé con un nudo en la garganta y con vergüenza de mí mismo. Quizá ahorita estoy al servicio de clientes con los que lucro, porque son la empresa, pero estoy cierto en que más temprano que tarde me pondré al servicio de los más que se pueda, porque así debe de ser.

La vida es muy corta para que solo se trate de dinero.

Sobre la importancia de no confundir la gimnasia con la magnesia

Mientras más sabes más comprendes. Esta frase cobra relevancia en una realidad que se nos presenta confundida, bastante revuelta de hecho, cuando lo que verdaderamente sucede es una danza de fenómenos éticos y políticos; o, laborales y de la amistad, etc. El problema es que como diría mi buen amigo Luciano: el ojo no ve lo que el cerebro no conoce.

Todos los días interactuamos en carne y hueso o a través de redes sociales con un número sustantivo de personas que entiende la realidad desde su propia idiosincrasia la cual es producto de estímulos externos dirigidos por familiares, amistades, la política o la mercadotecnia. Es crucial enunciar quienes construyen el significado de las cosas en nuestra vida porque si no comprendemos la intención original del mensaje, no podemos descifrar el mensaje del todo y lo asimilamos como el ente que lo envía desea que lo interiorizamos porque no fue cuestionado. Bajo esa dinámica en la cual miles de mensajes son lanzados en el tiempo y el espacio y que nos golpean uno tras otro, es vital lograr discernir que es qué, de lo contrario nos provocan a través de estímulos una cantidad de emociones y pensamientos difíciles de controlar y vivimos frecuentemente en un frenesí de estados alterados de las emociones.

No estoy diciendo que reneguemos de los estímulos, estoy diciendo que tengamos control sobre los estímulos externos y sobre los estímulos provocados por las ideas ya interiorizadas a través del cuestionamiento directo resultado de la reflexión sobre la existencia de esta situación en particular. No es lo mismo adentrarme a una dinámica de la amistad en la cual yo distingo perfectamente donde empieza la amistad y donde acaba y donde empieza una relación de poder con la misma persona y donde acaba, que adentrarse a una pinche relación tóxica donde se ejerce el poder sobre nosotros y la amistad queda a un lado y yo ni me enteré.

Entonces, para concluir, si nosotros nos adentramos al conocimiento de las ciencias sociales (política, filosofía, piscología, sociología, etc.) vamos a lograr desarrollar un marco conceptual vinculado directamente con los fenómenos que suceden en la realidad y así distinguir a través de la riqueza de los significados, porque la gente se comporta de cierta manera y ya no permitir que esas conductas nos afectan, ya debido a que las entendemos, o en consecuencia porque las entendemos y les ponemos límites. Es muy fácil caer en vínculos con la realidad que se disfrazan de una cosa, pero en realidad son otra, el más común: el ejercicio del poder, con la amistad.

Dentro de la crisis y después de ella, no hay mejor refugio que: La Amistad

En estos tiempos posmodernos, de individualismo exacerbado y la competencia voraz del éxito económico, de un sinfín de estímulos que trascienden las paredes y llegan en todas las pantallas, es decir, un sinfín de perturbaciones del alma, para bien o para mal, no hay nada mejor que una amiga o un amigo.

En mis últimas reflexiones y saliendo de unas semanas que fueron bastante duras agradezco tener ciertos vínculos en los cuales su mera existencia depende de la voluntad y ya. He ahí la gracia de la neutralidad de la amistad, que ofrece momentos de relacionarse socialmente con otro que no te ofrece nada, sin embargo, cuando tenga oportunidad sin pensarlo dos veces algo dará. Una relación que trasciende el eros (en un sentido de estímulo) y en realidad acompaña ternura y gusto. La amistad es un vínculo por el cual el individuo se disuelve en pequeños ratos en el otro, a través de escuchar, de acompañar… simplemente de estar ahí y no hay mejor confort y sentido de la neutralidad que ese.

Catalogo la experiencia de la amistad en diversas etapas, para definitivamente quedarme con la última. Existe la amistad de la infancia, que surge de un proceso de diversión; la amistad de la adolescencia que surge de las afinidades culturales implicadas en el cúmulo de experiencias que se viven en aquella etapa; la amistad del adulto joven que es se da afín a las creencias, estás políticas, laborales, religiosas, etc., misma que es sumamente frágil porque tiene cruzado el sentido de la lealtad y en ella en realidad no hay desprendimiento, se percibe un yo fuerte que ante el rompimiento del yo, se rompe la amistad; y finalmente, la amistad madura, la cual surge de la afinidad ética que incluso si esta se rompe, la amistad prevalece porque no se trata de mi sistema de valores, se trata de otra cosa.

Me gustaría decir que yo soy un gran amigo, no podría porque para mi es fácil hacer que las cosas se traten de mí, ojalá logre brindar la amistad en los términos de desprendimiento que propongo. Lo que sí me queda claro es que tengo la dicha de experimentar la amistad de un puñado de seres que me anteponen a ellos mismos y me brindan su amor y cariño. Gracias a ellos avanzo en la vida como lo hago, porque están ahí siendo parte de mis delirios y de mis tormentos, tomándome de la mano o calmando mis angustias e incluso protegiéndome de mi mismo.

Para concluir quiero decir que la amistad en estos términos rompe el sistema contractualista porque no se espera un acto de reciprocidad, el que es amigo en este sentido no busca en ti sus propias carencias ni nuevos quehaceres y mucho menos recompensa…. No compite, te ama.

Esta lleva dedicatoria: Para mi Sargento Meow Meow

Es curioso lo interconectada que está nuestra vida, nos unen muchas cosas, nuestros ética marxista que siempre busca la vida; nuestros gustos musicales, nada como un rico folklor mexicano mientras limpiamos el depa; nuestra profesión, la neta, en este particular nos une la necesidad de poder apoyar a alguien más; nuestro gusto por las mujeres jaja; y un sinfín de cosas más.

Los últimos años que hemos estado durante el día codo con codo y durante la noche pecho contra pecho o espalda con espalda (este último me gusta más porque sentir como respiras mientras duerme distrae mi mente, que solo tu sabes en realidad como funciona) he disfrutado cada minuto de escucharte, verte y algunas veces solo acompañarnos. Eres mi roomie y mi amiguita de caminata matutina para llegar al despacho, también mi vecina de oficina, bueno ya no más. Sobre este particular quiero escribirte porque, aunque a mí me duele en lo más profundo de mi corazón saber que si grito “flaaaaca” a las 8 pm (cuando ya no hay nadie, y le damos apertura a nuestras tiernas muestras de afecto como un beso en la frente y cositas así) ya no contestarás, también quiero que sepas que no hay nada que me llene tanto de orgullo como verte avanzar en la vida y tomar las decisiones como solo tu lo haces: Firme, Orgullosa, dueña de ti, autónoma.

Se que nuestro camino profesional se volverá a encontrar, más maduro y definitivo y que aquella visión de la notaria, de nosotros dirigiendo juntos algún proyecto, se dará. Por lo pronto, me quedo tranquilo al saber que mis mañanas, noches, sábados y domingos son tuyos y que en ellos podré gozar tu éxtasi profesional y abrazar con amor cualquier angustia o frustración que puedas tener.

Te amo y estoy seguro de que el camino que sigas continuará dándote la razón.

Atentamente: Tu Don.

DESEOS DE UNA VIDA INMANENTE

Crecí tratando constantemente de ser el mejor y sinceramente sin saber a ciencia cierta el mejor en qué, simplemente era el the way of life implícito en la cultura en la que me desarrollé. Cualquier actividad que intentaba, las cuales eran variadas, se convertía en una constante lucha por sobresalir. En el camino incluso perdí amistades, porque el planteamiento era en sí mismo agresivo. Esta circunstancia se dio en la escuela, jugando basquetbol en la primaria, futbol americano, cuando me dediqué a la fotografía, obviamente durante mi recorrido por la facultad de derecho. Este último momento sin duda el más exacerbado en términos de competencia, tenía 19 años y casi que quería ser el director de la facultad jaja.

Fueron aproximadamente 20 años, quizá más o quizá menos, de vivir bajo esa lógica, hoy estoy a unos años de cumplir 30 y realmente busco todo lo contrario: me interesa profundizar mis vínculos con el mundo que me rodea y la gente en ella; busco gozar mi ejercicio profesional; busco estar repleto de actividades que me saquen una sonrisa o por lo menos me alejen del dolor que el individualismo y la necia necesidad de ser el mejor en muchos ocasiones acompaña.

Me resulta inevitable como buen fan de Star Wars, no remitirme a aquella escena de la película Rouge One en la que se desenvuelve el dialogo entre el Científico Galen Erso y Orson Krennic, cuando aquel último le dice a Galen: “Farming? Really? A man of your talent? (¿Agricultura? ¿Neta wey? ¿Un bato tan brillante como tú?” y con una claridad de pensamiento como pocas, el científico granjero le responde: “It’s a peacfull life (Pues sí wey, no mames)”.

Recuerdo esa escena porque no hace mucho, en un mal día, le dije a mi novia que ya no quería seguir con mi despacho, que me sentía muy cansado, y me dijo que lo que fuera a hacer lo hiciera siguiendo siempre mi ética. Uno de los comentarios más bellos que alguien me ha dicho. Y, precisamente como mi ética nunca fue aquella del individuo y del uno más que tu siempre, sino que ese sistema de valores fue estimulado en mi por agentes exógenos, decido ser firme a mi verdadera ética, que es la de la vida, y no solo mi vida, sino la vida en general. No encuentro mejor brújula para tomar decisiones que una ética de tal naturaleza.

Por: Don Graviel

Traducción: Gabriel Zawadzki

El pensamiento crítico es como el clímptoris

¿Por qué no recomiendo escribir como respuesta a lo que sucede en este mundo/sociedad/comunidad/cultura? Digo, evidentemente, mi escritura o la tuya es parte de un gran diálogo que esta en contacto con todo y con o contra todo, pero recomiendo procurar elegir cuidadosamente a que contestarle.

Es muy “fácil” responder a lo que esta sucediendo en tiempo real, porque ocurre en el espacio digital de nuestra preferencia y entramos en contacto cada vez que revisamos nuestro teléfono o, como dirían las malas traducciones, cada que revisamos el ordenador, e inmediatamente vamos a generar una reacción textual, la cual va a estar sesgada por nuestro sistema de valores (propio, impuesto a punta de colonización occidental o como quieran) y eso va a provocar un comentario reaccionario o parcialmente reaccionario (por reaccionario no comprendamos enojado, sino, una relación causal), en el cual difícilmente se van a revisar todas las aristas de los hechos que provocan nuestra opinión.

Lo anterior es como un proceso de erotización, respondemos a estímulos y de pronto actuamos como podemos: productos de una provocación. Y esa respuesta no va a ser asertiva para el argumento que tenemos enfrente, va a ser impulsiva y muy probablemente torpe. Por lo que, el pensamiento crítico es como el clímptoris, sabemos que existe, sabemos que hay métodos y técnicas para su correcta estimulación, pero en el momento de la verdad, se nos olvida y pues como los memes

Bueno, retomando el primer párrafo para empezar a concluir, responder (es decir, generar una opinión en medios sociales) a lo que sucede de manera autómata es estéril, porque empezamos a opinar/discutir contra información que esta selectivamente colocada de alguna forma con una búsqueda de interacción con ella de una o dos formas en particular, y           que, regularmente termina en nada. Vale la pena reservar el dialogo a temas producto de la observación mezclado con pragmatismo, ya que, si no se revisan adecuadamente los extremos de aquello de lo que estamos dialogando, lo único que se logra es fakenews y posverdad.

En la actualidad hay muchos temas de interés que están en boca de todos, es crucial verificar qué son, cómo se nos presentar, por qué se presentan de tal manera y qué utilidad tiene contestar a eso… y si decidimos no responder, entonces observar: de qué no se está hablando.

Sobre la vergüenza que sienten algunos pocos sobre otros muchos

Llevo varias semanas rumeando esta reflexión y esperando el momento adecuada para escribirla, tomando en cuenta que una vez proyectada será enviada y tardará aproximadamente 5-10 días para su publicación, lo cual, permite que cada día el suceso que da origen a estas reflexiones haya sido ligeramente perdido de vista y que haya desaparecido de los diversos feeds en nuestra social media, porque de esta manera podemos superar la opinión producto de la reacción y empezar a reflexionar otros aspectos que en la perspectiva del que experimenta el momento difícilmente logra percibir.

 El pasado 5 de marzo en Querétaro sucedió un episodio obscuro para la historia deportiva de este país, el enfrentamiento entre dos barras bravas dejo saldo de heridos y, aunque los videos compartidos por la gente que presenció el acontecimiento nos invitan a pensar que hubo muertos no se sabe oficialmente sí efectivamente fue así (una tomada de pelo más de un gobierno que prefiere siempre presentar una buena cara que ser critico consigo mismo, pero este no es el tema), y de este punto se derivan dos aspectos que quiero poner sobre la mesa: La reacción de algunos particulares y las implicaciones de las mismas.

Durante los días inmediatos de este suceso, la reacción de una gran cantidad de “personas famosas” fue “que vergüenza” ya fuera vergüenza de país, de ser mexicano, de las personas que llevaron a cabo los sucesos en Querétaro, y bueno… desgraciadamente siempre es así. Es una elección de palabras muy particulares porque de entrada implica manifestarse respecto de la circunstancia desde una postura ajena que no implica ninguna clase de responsabilidad sobre lo que sucede. Es una expresión castigadora que señala y reduce a una animalidad a aquel que provoca esa expresión que sale de la boca de los que miran por debajo del hombro. 

Evidentemente las implicaciones de este tipo de expresiones son lavarse las manos, la irresponsabilidad hacia la comunidad; y segundo, una profunda falta de empatía respecto a los que realizan el hecho. En un país tan complejo como el nuestro, definitivamente, ya no cabe hacernos pendejos, y aunque no sea nada sencillo introducirse a la búsqueda de soluciones para resolver este tipo de problemáticas, las cuales, seguramente es necesario echar mano de estructuras sociales complejas repletas de pedagogues, psicologues, antropologues, sociologues y cualquier otre experte en la materia, que desde una objetividad, un método y una técnica proponga soluciones a estas dinámicas sociales de las cuales, necesariamente, deberemos de dejar de mirar al otro lado cuando suceden, y que seguramente esto implica mucho recurso económicos los cuales podrían bien ser brindados para políticas públicas o bien desde la iniciativa privada, pero sin la búsqueda de mérito alguno, sino el simple hecho de saber que: ES IMPORTANTE Y TRASCENDENTE EMPEZAR A HACER LAS COSAS ASÍ.

Desasociarnos de la realidad que esta a un paso de nosotres es un acto misántropo y señalarlo como vergonzoso es aún peor, es atentar contra la dignidad humana, por eso, llamo a empezar a desarrollar la más profunda empatía, la redención del privilegio y una interminable compasión, ésta última en los términos de la filósofa ética Adela Cortina (chulada de pensadora):

“La compasión es la capacidad de sentir con otros su tristeza y de sentir su alegría. Compadecer es darse cuenta de la triste del otro y entonces intentar ayudarle para superarle y salir de ella” (2018)

Por último, quisiera agregar, es importante ponerle la pregunta “¿Por qué?” a lo sucedido en Querétaro, no desde el juicio, sino, desde el pensamiento crítico y solo así, se empieza el primer acercamiento a comprender y una vez comprendido se puede contribuir a distintas formas de vida que no permitan las heridas y mucho menos la perdida de vidas.

Redimiendo la condición social

Llevo como 20 días queriendo escribir esta maldita columna, un pedacito de escritura subversiva y no había podido porque hay muchísimos deberes, los cuales se llevan a cabo porque tengo bien clara la meta: la vida y la solidaridad. No mi vida, sino la de los demás y he ahí la solidaridad.

En el aire se sienten cambios, pero aún son brisas muy tenues que solo están en el claro de la mañana cuando casi todos están dormidos. Aun prevalece la tendencia -porque vivimos por tendencias-, del coaching y los grandes mitos del éxito individual y de la vida como “proyecto” porque esos son los conceptos, porque esa es la subjetividad que permea el día a día, la subjetividad del mercado. Y bueno, no digo que esté mal en sí, pero definitivamente algo no me cierra y pues en el camino mientras rumeaba qué es el éxito, en este mundo de imágenes llegó a mí un pedazo de pensamiento en forma de cita en Instagram que decía lo siguiente:

“EL ÉXITO

Reír mucho y a menudo; ganarse el respeto de las personas inteligentes y el aprecio de los niños; merecer el elogio de los críticos sinceros y mostrarse tolerante a las traiciones de los falsos amigos; saber apreciar la belleza y hallar lo mejor en el prójimo (y agregaría yo: y del lejano); dejar un mundo algo mejor, bien sea por medio de un hijo sano, de un rincón de jardín o de una condición social redimida; saber que al menos una vida ha alentado más libremente gracias a la nuestra: eso es haber triunfado”. (Emerson, S.F.)

Bueno, me quedo con mucho del pensamiento de Emerson, me encanta reír y lo bello y lo bueno y bla bla bla bla, pero lo que me puso a reflexionar de verdad fue “dejar un mundo algo mejor, bien sea por medio (…) de una condición social redimida (…) eso es haber triunfado”. Qué pedazo de pensamiento. Cobra relevancia porque desgraciadamente la lógica del éxito contemporáneo en muchas ocasiones esta alentada a un hiperindividualismo que pierde de vista que los privilegios de los que gozamos -apenas una muy pequeña parte de la población- no tienen mérito y son a costa de los demás, es decir, fueron circunstanciales y, por lo tanto, alcanzar ese supuesto éxito pues tampoco tiene mucho mérito y mucho menos sentido. No hay que ser unos genios para darnos cuenta de esto, porque es un mundo finito con cosas finitas: si alguien tiene dos casas o un peso más es porque alguien no tiene una casa o tiene un peso menos. Entonces, que gran hazaña es esto de “una condición social redimida”.

Cuando tenemos privilegios la plenitud está a la vuelta de la esquina podemos explorar las mieles de la vocación, las artes y la cultura; podemos decir que sí y que no, básicamente podemos ser libres y eso se da porque tenemos un techo, tenemos tecnología, tenemos comida, tuvimos estimulación temprana y una gran cantidad de cosas que nos permiten, básicamente, ser. De tal suerte que estas palabras enmarañadas tengan la intención de hacer una invitación aquellos que gozan de privilegios, a ti te digo, no quieras ser el mejor del mundo, de esos ya hay muchos y no sirven de nada, mejor extiende la mano y comparte. Y por favor no me mal entiendan no hablo de caridad, ni tampoco de que vayan muy lejos, compartan a quienes están cerca (si pueden ir más lejos bienvenido, pero empiecen con  quien está a la mano) les garantizo que las apariencias engañan y que basta caminar un par de pasos fuera de nuestra realidad para darse cuenta de que lo que sea que están viendo es completamente diferente y adverso para los demás. Fomenten vida no medallas de latón para falsos héroes y heroínas.

Cosas que a veces pienso Vol. I

Hace unos días me pidieron que escribiera como me gustaría que fuera mi entierro, sin saber con claridad del porqué, y sin darle mucha vuelta al asunto escribí lo siguiente:

“Mi entierro:

Las preocupaciones de mi muerte se reducen a mis preocupaciones de la vida: 1. No lastimar a mis padres, hermano y novia; y 2. Que mi muerte no represente una carga económica para nadie, ni el camino ni lo que venga después.

Quizá en algún momento de mi vida me hubiera gustado que mi entierro fuera una gran fiesta producto de haber tocado a un montón de gente, pero, con el paso de los últimos 10 años, sinceramente no me importa mucho… me gustaría algo verdaderamente sencillo:

  1. No ser velado y mucho menos bajo algún rito religioso;
  2. No me importa si me creman o me entierran, solo quiero que me coloquen en un lugar con clima templado, tipo bosque y que corra el viento. Es decir, al aire libre y entre árboles.

– La vida es demasiado breve para tener expectativas sobre algo que no voy a experimentar.”.

Y en el camino de este pensamiento se me cruzó un poema que verdaderamente expresa lo que pienso sobre mí, inevitable, final:

“Do not stand at my grave and weep,

I am not there, I do not sleep.

I am in a thousand winds that blow,

I am the softly falling snow.

I am the gentle showers of rain,

I am the fields of ripening grain.

I am in the morning hush,

I am in the graceful rush

Of beautiful birds in circling flight,

I am the starshine of the night.

I am in the flowers that bloom,

I am in a quiet room.

I am in the birds that sing,

I am in each lovely thing.

Do not stand at my grave and cry,

I am not there. I do not die.”

Do not stand at my grave and weep por Mary Elizabeth Frye

Un tema quizá desconcertante e inusual, sin embargo, me sirve para poner en perspectiva mi interés en perseguir una ética cuyo punto de partida y de llegada, e incluso después del final, sea la vida  

Manifiesto de los que quieren vivir:

Aquí vienen los que hace unos meses la muerte los empezaba a visitar disfrazada de angustia y preocupación; disfrazada de consumo y neurosis; aquí vienen los que entendieron que el fármaco correcto es la vida; aquí vienen todas y todos aquellos que quieren vivir. Que necesitan vivir, porque vivir es salir de esa bruma con cara de insatisfacción que provoca la mano invisible, que provoca el gran capital y que mientras no le encontramos cara, nos somete.
No venimos a confrontar aquello a lo que no le importamos, venimos a ser a través del próximo y del lejano. Venimos a priorizar y deconstruir. Priorizar la vida y que en ella vivimos; priorizar lo que ella implica: música, comida, bebida, literatura, cine, esfuerzo, trabajo, camaradería… esencialmente: cultura. Ética: Vida-centristas.
Aquí vienen los que comprendieron que el individuo esta muerto; los que comprendieron que el colectivo nació, lo trataron de matar pero que pervive, y en él se sienten vivos.
Vivos para sentir, para escuchar… vivos para respirar.