MAURO CARI

  • ⁠Me encanta y vivo en una relación con el arte, la cultura y la comunicación.
  • Actualmente estoy terminando la carrera de Comunicación Social en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina 
  • Me desarrolle en el mundo de la música, la actuación, la literatura, en la radio, la televisión. Siempre me vas a encontrar en los lugares que suceden cosas.

Union Berlin: Un milagro en el fútbol

Vivimos una época en la que predominan las Sociedad Anónimas Deportivas y se va perdiendo de a poco, la tradición de ser un club social de fútbol, alejado de sus orígenes de la organización civil y laboral de las personas y fundar un club para competir entre los mismos barrios de la ciudad, después un interzonal con otras ciudades y ser el mejor de la región, del país y por qué no del continente.

Un ejemplo de esta introducción es lo que le sucede actualmente al Inter de Milán, que cambió de dueño por una deuda que no pagó, ahora le pertenece a un grupo financista de Estados Unidos llamado Oaktree Capital Management y que no se sabe cuál va a ser el rumbo del club, si lo venden de nuevo, si lo cierran o deciden invertir. A pesar que desde 2016, el club le pertenecía al grupo Suning, pero debido a malas decisiones económicas, hoy peligran los 116 años de historia.

El Union Berlin es un club fundado en el año 1906, su origen se relaciona con la expansión industrial alemana,  les apodaron Schlosserjungs o trabajadores metalúrgicos, es un club fuertemente vinculado con la clase obrera, y a lo largo de los años fue atravesando distintas transformaciones para permanecer, fuertemente influenciado por los cambios políticos que se vivió en Europa en el siglo XX.

Es interesante recordar eso, ya que como sabemos, la historia europea se vio atravesada por distintos cambios radicales, al nivel de que la ciudad de Berlín estuvo polarizada por un muro, que fue el símbolo de la principal disputa del siglo XX, esto no fue ajeno al fútbol.

Resistir a los diversos cambios no es una tarea bastante simple, además de lo simbólico, porque el Union Berlin quedó del lado de Europa del Este, con lo que significa eso. Una vez caído el Muro de Berlín, pudo integrarse de nuevo a la ciudad y disputar el clásico de la ciudad contra el Dynamo Berlin, que se encontraba en el otro lado del muro.

Sin embargo, esta nota no está dirigida como un resumen del club, sino esto fue una breve introducción para tocar el tema verdadero, contar la sensación que tengo al haber conocido a un club que sobrevivió a tantos cambios gracias a los hinchas, que todavía lo sigue haciendo y que en esta temporada 2023/2024 que termino, se salvó en la última fecha de jugar un partido por la permanencia en la primera categoría de la Bundesliga.

El club venía de hacer una temporada histórica, ascendido a la primera categoría y en su primera temporada (2022/2023) logró estar en los primeros 4 puestos de la liga, llegando a estar primero por muchas fechas, logrando así poder participar para la temporada 2023/2024 la copa más codiciada de Europa, la Champions League. Es el trofeo que todo club europeo quiere participar y sueña con ganar, a pesar de que ya tiene un dueño indiscutido que es el Real Madrid, con 14 copas en su palmarés, y buscando la 15va copa al día de la fecha que escribo esta nota (28/05/24) no deja de ser un sueño poder ganarla. Han pasado años desde que un equipo chico la ganó, me tengo que remontar hace 2 décadas para recordar la copa que ganó Mourinho con el Porto FC de Portugal por la temporada 2003/2004.

Es justamente en el comienzo en de esa temporada, que aparece un personaje que cambió para siempre la historia del fútbol como lo conocemos, es quien plantó las bases para el modelo de negocio que es hoy el deporte, la de comprar un club chico, en el descenso, y transformarlo en una máquina de ganar inyectando el dinero proveniente de grandes industrias, en este caso se trata del ruso Roman Abramovich que compró el club Chelsea, de Londres, en el año 2003. Con su llegada y su inyección de dinero, convirtió el club en uno de los más importantes de Europa ganando títulos a nivel nacional e internacional.

Detrás de ese modelo se encuentran los famosos clubes con petrodólares, provenientes de fondos de países de Medio Oriente, jeques que con su poderío económico, armaron grandes proyectos futbolísticos con el objetivo de solamente ganar, pero cuando los planes fallan, se olvidan de la inversión que hicieron y abandonan a los clubes, los endeudan o los venden, dejando de lado el origen del futbol, un deporte que era motivo del encuentro, de la organización, de representar a una comunidad, a un grupo de trabajadores, a un barrio. Poco a poco se va perdiendo la esencia original del fútbol, la de representar a sus hinchas, la de sentir los colores y luchar por ganar títulos por un bien a la comunidad y no bajo los intereses de un dueño.

Es en 2008 que el Union Berlin atravesaba una fuerte crisis económica y el descenso lo perjudicaba cada vez más, encima tenía como desafío la remodelación del estadio y todo el dinero que conlleva realizar esa obra. Los hinchas estaban negados en la idea de construir un nuevo estadio en otra zona y por eso se ofrecieron 2300 hinchas para ayudar a remodelar el estadio, se ofrecieron a realizar distintas tareas, dependiendo de sus conocimientos, y el club únicamente se encargó de las tareas de mayor complejidad y de los materiales. Para juntar dinero, además de recurrir a fondos privados de inversión, también le vendieron partes del estadio a los hinchas, desde inversiones de 500 euros por acción, porque querían que sean dueños las personas que estén interesadas en el club o lo sientan, ya que también juntaron dinero para la remodelación poniendo a la venta la donación de sangre de los voluntarios, ya que en Alemania es legal esta operación.

El Union Berlin es más que un equipo de fútbol, es la identidad de una gran parte de la capital alemana, el ascenso a primera división fue fruto del acompañamiento de los hinchas que dieron su vida por verlos ganar, fue un esfuerzo colectivo de los hinchas, que también tienen como tradición, juntarse a festejar la Navidad todos los años en el estadio, empezó como una fiesta de 89 personas a pasar a una gran reunión de 23 mil aficionados cantando villancicos.

Es muy difícil encontrar otro club en el mundo que está compitiendo en la primera división de su país y sobreviva a la hostilidad y frialdad de las corporaciones, es un milagro en el fútbol lo que le sucede, que si bien este último año, lo deportivo brilló por su ausencia, los hinchas se mantuvieron fieles, hasta el último minuto apoyando y celebrando la gran victoria para conservar la categoría, porque significaba más que un puesto en la Bundesliga, volvía a traer a los fantasmas del pasado que tardaron décadas en superar. Como dato de color para finalizar esta nota, el clasico rival, de Europa Occidental, el Dynamo Berlin, se encuentra en la segunda division compitiendo.

David Bowie y Berlín es lo que todos pedimos

Más de una vez me encontré por internet la creciente relación de gente que ama a David Bowie y que también ama a la ciudad de Berlín, es importante mencionar que ambos protagonistas de esta historia convivieron juntos en una etapa, en la carrera de David Bowie se recuerda a la famosa “trilogía de Berlín” que está compuesta por 3 álbumes del artista, además de que estaba acompañado de 2 mas mas, que eran Brian Eno e Iggy Pop, en lo que para Bowie fue un proceso para limpiarse de las drogas y conocer nuevas corrientes artísticas.

Berlín es una ciudad con mucha historia, es protagonista en las distintas etapas de la historia del mundo, es la combinación de pasado y futuro, es una ciudad vibrante, colorida y fría, dependiendo de lo que busques, siempre va a ser el centro de la atención, ya sea para temas militares y políticos, como también para el arte.

Mi motivación a la hora de escribir este artículo es la de poder hablar de la película Christiane F. (1981) del director Uli Edel, nos narra la historia de Christiane, una adolescente que vive en Berlín y que en pleno proceso de madurez de su adolescencia, junto a las influencias de pretender ser alguien más grande, nos narra la historia de una joven que terminó en el mundo de las drogas y la prostitucion como consecuencias de sus adicciones y que no podía vivir sin ellas y tenía que conseguir dinero de cualquier forma.

La primicia parece simple, pero a lo largo de la película vamos descubriendo a los distintos personajes y también creciendo con ellos, teniendo momentos de inocencia pura, de diversión, de la rebeldía de ser jóvenes, la noche que descubrimos nuestro primer amor, cuando no sabemos lo que nos pasa, las primeras mentiras a nuestros padres para que no sepan donde estamos. Es una película para recordar lo que alguna vez fuimos, quizás reflexionar sobre nuestra juventud.

Seguramente a más de uno se le advirtió en su etapa de la adolescencia sobre el consumo excesivo de drogas, se nos advirtió lo peligrosas que son y que si alguien les ofrece no hay que aceptarlas, en Christiane F. no sucede de esa forma, se logra ver que al comienzo hay un acompañamiento de los padres de la protagonista, pero ya en la primer escena nos deja en claro de que se trata de una familia disfuncional, en la que Christiane tiene que vivir con su madre y su pareja, mientras que su hermana se va a la casa de su padre. A la gran mayoría de personajes nos da a entender, de una forma tácita, de la ausencia y cariño familiar, como un mensaje de que la soledad y la falta de afecto, es lo que lleva a los jóvenes a tomar esas decisiones, algo que me pareció un poco raro y vagamente explorado por parte de los escritores, sin embargo las referencias sobre el mundo de la noche, los peligros, los códigos y comportamientos de los distintos ambientes fueron excelentemente desarrollados, a tal punto que cualquier persona que vivió algo similar llega a un punto de recordar viejas anécdotas o sentirse interpelado aún más con la historia.

¿Qué tiene que ver David Bowie en todo esto? La verdad no mucho, es un elemento de conexión, para que nos conectemos ¿quien no ha escuchado a David Bowie?

Christiane F. justamente fue una de las personas que escuchaba a David Bowie, se nos muestra que era una fan acérrima, tenía todos los discos del artistas y deseaba tanto que vaya a su ciudad para verlo que así sucede. En la visita de David Bowie a Berlín, podemos ver cómo se va desarrollando Christiane F. y cada vez avanzando aún más en el mundo del consumo de drogas, justamente esa fue su primera noche experimentando con drogas duras, lo hizo para sentirse como el chico que le gusta, lo hizo por amor, por querer saber qué sentía la persona a la que amaba, en la noche en que asistió al recital del artista que amaba.

La trilogía de Berlín fue una de las etapas más experimentales de David Bowie, con la intención de querer descubrir nuevos sonidos, influencias, sentirse más libre porque ya era un artista consagrado, quería descubrir la próxima tendencia musical, visual, literaria y el lado occidental de la ciudad le ofrecía todo eso. Hoy no es noticia que la ciudad es una de las mecas más importantes del mundo a la hora de tratarse de producción cultural, con ideas vanguardistas y el deseo de todo artista de querer vivir allí, de soñar con ser el próximo artista del momento, de descubrir nuevos artistas y formas de hacer arte, de aprender de las nuevas técnicas y tecnología.

Uno de los principales atractivos de Berlín es la música electrónica, hoy es sinónimo del Techno y todo el impacto cultural del mundo que tiene el género, es gracias a la comunidad de Berlín que fue nutriendo al género no solo a niveles artísticos, sino también sociales, hoy es más que solo un genero musical, es un estilo de vida, una forma de vestirse, una forma diferente de bailar, el sinónimo de la libertad occidental.

Un poco atando hilos podemos relacionar en que Berlín es la rebeldía sin límites, puede terminar desarrollando en cosas hermosas pero también puede acabar siendo la noche más oscura para las personas con problemas de adicciones y que se sienten cools por tener ese estilo de vida, en Christiane F. nos muestran la tragedia, no hay un final feliz, solo un final crudo y real.

De todas formas Berlín no deja de ser la ciudad a la que queremos ir para cumplir nuestro sueño de ser DJs, compositores musicales, escritores, filósofos, modelos, arquitectos, médicos, influencers, futbolistas, etc. Es la ciudad que alberga todas las posibilidades y sueños que tenemos, o eso es lo que nos hace creer